jueves, 8 de enero de 2009

El Regreso

Sin buenas perspectivas de lluvias decidimos emprender el regreso.

Comenzamos con las tareas: conseguir transporte y armar el equipaje.

Ya por la tarde estamos reemprendiendo el regreso, previa parada en el Balneario Virginia Díaz de Villa Cañás donde debemos dejar la piragua hasta que el transporte pase a buscarla.

Descansaremos hasta el día siguiente y aprovecharemos los ratos libres, para pescar, jugar cartas y reponer energías!

El Río Salado

Temprano en la mañana nos hemos levantado, y dos de nosotros, sin equipaje, iremos hasta el río Salado a fin de conocer el caudal y así la posibilidad de seguir este viaje.
Emprendemos la marcha con algunas dificultades pues en algunos tramos la laguna el Chañar está tan baja que nos obliga a continuar a pie.
Gradualmente nos vamos alejando del pueblo que comienza a esfumarse en el horizonte, apenas divisándose los tupidos montes de eucaliptus que la rodean.

Las aguas quieta y bajas, están cubiertas de aglomerados de algas filamentosas, y a algunos metros de distancia, nadan varias bandadas de Coscorobas, los cisnes salvajes de las pampas, a quien escuchamos clamar alerta con sus fuertes gritos de donde toman su nombre.

El GPS nos indica el rumbo que debemos tomar para encontrar ese angosto canal a donde desembocan las aguas del Chañar, y que resulta difícil de localizar a simple vista por la uniformidad que presenta en toda su extensión la costa.
Luegos de una hora de remar arribamos al vertedero, que nos indicará si hay agua para continuar. Pero está completamente seco. El agua de la laguna el Chañar, se encuentra unos 20 cms por debajo del vertedero, solo lluvias torrenciales podrían proporcionar el agua suficiente para continuar este viaje.


Mas allá del vertedero donde tendría que fluir una corriente de agua, se extiende un rosario de charcos bajos, rodeados de espartillares, y en la lejanía se observan areas blanquecinas por la sal, donde alguna vez hubo agua.

Espartillares en la cabecera del Río Salado de Buenos Aires

La desilusión se apodera de nosotros. No es posible continuar este viaje, hasta que haya suficiente lluvia. Hemos avanzado hasta lo posible. Es hora de regresar.

RIO SALADO

Llegamos al salado! Pero esta seco! Vamos a esperar la lluvia